Los aeropuertos de Río Gallegos y El Calafate tendrán un nuevo y moderno equipamiento de meteorología

El subsecretario de Transporte de Santa Cruz, Rolando D´Avena; y la directora General de Desarrollo Aéreo, Mónica Catrihuala, participaron de un importante encuentro con autoridades de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC); de la Empresa Argentina de Navegación Aérea S.E. (EANA); y el concesionario del aeropuerto de El Calafate, donde se presentó una gran inversión tecnológica en materia de toma de datos meteorológicos.

Dicho equipamiento, que se implementará primero en la terminal aérea de la villa turística y en una segunda etapa en la de Río Gallegos, fue adquirido por el Ministerio de Transporte de la Nación, tras la firma del contrato con una empresa finlandesa para la instalación de estos sistemas automáticos de observación meteorológica.
Durante el encuentro, se explicó la importancia de contar con esta tecnología que permitirá obtener datos más precisos y que repercutirá, directamente, en los vuelos que operen en la zona.
Desde la cartera provincial de Transporte observaron con agrado este anuncio, “ya que esta obra que, se espera se finalice en el mes de septiembre, brindará un gran paso en materia de seguridad operacional, como así también beneficiará a toda la comunidad que utiliza al Servicio Meteorológico Nacional como fuente de información del clima”, destacó D´Avena, al tiempo que agregó “nos pusimos a disposición para trabajar en conjunto a los fines de realizar las gestiones pertinentes para la instalación de los modernos equipos”.
Con respecto al sistema AWOS, que se implementará en Río Gallegos y El Calafate, el funcionario provincial explicó que consiste en una serie de sensores meteorológicos de superficie de alta precisión. Los parámetros que mide y calcula son, entre otros: Alcance visual en pista; altura de las nubes; visibilidad; dirección e intensidad del viento, etc.
Estos datos se utilizan para confeccionar informes y pronósticos meteorológicos exactos y confiables, de primordial importancia para los aterrizajes en condiciones meteorológicas adversas. Con ello se agilizan las operaciones, evitándose demoras, desvíos a aeropuertos de alternativa y cancelaciones, todo ello en pos de la seguridad operacional.