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La Confederación General del Trabajo (CGT) ratificó la convocatoria a un paro nacional por 24 horas para el 10 de abril, y volvió a lanzar duras críticas contra la gestión de Javier Milei.“No vale todo. La sociedad empieza a analizar determinados rumbos y se da cuenta de las diferencias que se tienen en cómo se está encarando el ajuste”, expresó el secretario general Héctor Daer, quien también aseguró que no hay comunicación con el Gobierno.
“Con el jefe de Gabinete (Guillermo Francos) la última vez que hablé fue en la reunión en Casa Rosada y con Santiago Caputo a fin de año”, agregó Daer en una entrevista radial. La central obrera anunció que también movilizará el 9 de abril junto a los jubilados, y participará de la marcha del 24 de marzo y de un gran acto el 1º de mayo.
“Ya se agotó el tiempo”
Consultado sobre la posibilidad de que el Ejecutivo convoque al diálogo, el cosecretario de la CGT, Octavio Argüello, fue contundente: “Es tarde, ya se agotó el tiempo”. La conducción de la central obrera considera que las señales del Gobierno son de confrontación, no de apertura, y por ello reforzaron su estrategia de presión sindical en rechazo al rumbo económico y social del oficialismo.
Reclamos por paritarias y salarios
Daer también denunció el freno a la homologación de acuerdos salariales por parte del Estado y reiteró la necesidad de paritarias libres. “Estamos poniendo en discusión eso. Nadie tiene que creer que la dirigencia sindical no busca los instrumentos para conseguir los mejores salarios posibles, en el medio aprieta el Estado con no homologar”, afirmó. Y sentenció: “La ecuación de precios libres y salarios atados no va”.
Uno de los aspectos centrales del paro será su alto nivel de adhesión en el transporte, lo que asegura un fuerte impacto. La UTA confirmó su participación, por lo que no funcionarán los colectivos durante 24 horas en el AMBA y todas las provincias. También se sumarán los sindicatos ferroviarios La Fraternidad y Unión Ferroviaria, y los metrodelegados de Roberto Pianelli, alineados con la CTA, lo que reducirá la frecuencia del subte en la Ciudad de Buenos Aires.
Será la tercera medida de fuerza general de la CGT contra el Gobierno libertario, tras las jornadas del 24 de enero y del 9 de mayo, y se da en un contexto de alta tensión social y creciente malestar en amplios sectores sindicales y sociales.
